Cada
mañana, miles de personas en nuestro planeta utilizan el automóvil como medida
de transporte para desplazarse a su destino laboral, llegar a casa tras una
larga noche de ocio o simplemente por divertimiento
Al
igual que esos millones de personas, yo también utilizo un vehículo automotor
para desplazarme a mi universidad, encomendándome a la seguridad del mismo y
sobre todo a un artilugio creado por Preston Tucker en la década del 40,
llamado CINTURON DE SEGURIDAD.
Este ángel
protector nació con la idea de minimizar las heridas ante una colisión e
impedir que el ocupante sufriera golpes con los elementos internos del vehículo,
además de evitar que sea arrojado hacia el exterior de dicho artefacto. Es
considerado como el sistema de seguridad más efectivo jamás inventado. El
cinturón de seguridad es un arnés diseñado para sujetar a un ocupante si
ocurriese una colisión y mantenerlo en su asiento.
Sin
embargo, en 1956, Robert McNamara, prestigioso directivo de famosa marca Ford,
fue el que recicló dicho invento e impulsó este artilugio como medida de
seguridad en el montaje de los cinturones, junto con los salpicaderos
acolchados. Finalmente el ingeniero de Volvo, Nils Bohlin, se convirtió en el encargado de liberar la patente para
ayudar a los demás fabricantes a imitar este diseño y a equiparlo de serie.
Cabe destacar,
que con el paso de los años la función de tan ilustre invento ha ido más allá,
ya que existen diversos tipos de cinturones. Dicha evolución ha producido un
avance y mejora de nuestra seguridad en las carreteras.
El
cinturón de dos puntos era el que se colocaba sobre las espinas iliacas del
pasajero y fue criticado por causar la separación de la espina lumbar pudiendo llegar
a causar parálisis. Esta misma razón fue la que llevó a la marca sueca Volvo a
aportar de serie en todos sus vehículos el cinturón de tres puntos de anclaje
(anclaje, falda, hombro) en 1959. Este
cinturón se ha convertido en el único hasta la fecha en ofrecer una mayor
efectividad.
También se encuentra el arnés de cinco puntos el cual es
considerado como el más seguro, pero por el contrario, más restrictivo
(encontrado en la silla de los niños), al igual que el de cuatro puntos que
carece de sujeción entre las piernas. Para los amantes de la formula 1 comunicarles,
que en dicho deporte se utilizan
cinturones que limitan el movimiento de la cabeza del conductor y reciben el
nombre de Hans Device y Hutchens Device.
No debemos olvidar el cinturón en X,
los automáticos, que estaban expuestos a fallos mecánicos que disminuían su
efectividad en 1970 y los cinturones ergonómicos usados originalmente en
terapias médicas de rehabilitación.
Como
todos sabemos, cuando se produce una colisión entre vehículos los golpes pueden
suceder en diferentes partes y dependiendo del lugar del impacto se acontecen
unas secuelas u otras. Una lesión muy frecuente es el denominado “latigazo cervical” que es un mecanismo de
aceleración – desaceleración ocurrido en la zona cervical de la columna
vertebral.
Ademas de esta lesión también ocurren luxaciones y dolores
occipito-cervicales. Dichas consecuencias son comúnmente ocasionadas en
impactos traseros. Los impactos frontales presentan como inconvenientes las
dislocaciones y fracturas de rodillas, fémur y cadera.
Pero no solo afectan a
este nivel, sino que pueden verse dañados órganos y vísceras a causa de una
compresión en la zona del abdomen, fracturas de costillas, contusiones
pulmonares, neumotórax y contusiones miocárdicas. Los golpes en la cabeza
también son muy usuales y pueden llegar a producir fracturas de cráneo,
contusiones cerebrales, hemorragias intracraneales, fracturas de clavícula y
traumatismos faciales.
Por último, los choques ocurridos en la parte lateral
del vehículo producen lesiones en órganos tan vitales como: el hígado, el bazo,
intestinos y pulmones por una compresión del tórax, cabeza y clavícula.
La
cruda realidad que nos acontece en los últimos años, son las nefastas cifras de
fallecidos que se producen en nuestras carreteras, dejando en el año 2012 un
total de 1304 fallecidos, siendo la mayor parte personas entre 35-44 años, del
sexo masculino y teniendo como principales causas la falta de cinturón de
seguridad y el consumo de alcohol. Pero también es cierto y cabe destacar, que
en los últimos años se ha producido un descenso en el número de muertes y
heridos leves-graves.
Quizá
el cinturón de seguridad se convierte en nuestro ángel guardián?
Cada
mañana me despierto con la ilusión por sonrisa, la sonrisa por esperanza y la
esperanza por fortuna de saber que mi destino está protegido por múltiples
factores, pero mi vida en la carretera esta salvaguardada por un artilugio
llamado CINTURON DE SEGURIDAD.
Mª ISABEL